domingo, 18 de marzo de 2012

Ofrecen funeral virtual por si no puedes acompañar al difunto...

Del mismo modo, se pueden enviar flores, regalos, música y escribir un mensaje al difunto, sin otro esfuerzo que un click

Notimex

QUITO, 18 de marzo.- Un cementerio en el cual es posible participar en un funeral desde cualquier parte del mundo, a través de internet, se inauguró en la capital ecuatoriana, con planes para extenderse a otros países de América Latina.
Ubicado en el norte de Quito, en la zona de necrópolis, el cementerio ofrece todos los servicios funerarios propios para clase media y alta citadina, pero una de sus novedades consiste en ofertar la transmisión del funeral “en línea” a través de la red.
De ese modo, quienes fueren sorprendidos por la muerte de un familiar o amigo a distancia del lugar donde se realiza el funeral, pueden “acompañar” a los deudos y expresar condolencias con sólo encender su computador y conectarse.
Nunca más dejarán de existir
Las cenizas de los difuntos reposan en pequeñas urnas de madera en el interior del cementerio, pero de manera adicional hay registro virtual con la historia gráfica y en video de los fallecidos, de modo que “los muertos nunca más dejarán de existir”.
Ello hace posible que parientes o amigos acudan al camposanto, recorran sus pasillos y lleguen hasta el sitio donde reposan las cenizas de un fallecido, sin haberse movido de su residencia en cualquier parte del mundo, en visitas, también virtuales.
Del mismo modo, pueden enviarle flores, regalos, música y escribirle un mensaje, sin otro esfuerzo que un click en su ordenador, cada vez que venga a su memoria el recuerdo de un muerto conocido suyo.
“La muerte es el evento social más significativo en la vida de una persona, junto con el matrimonio, y por ello, con nuestro servicio queremos responder a ese concepto”, explicaron fuentes de la funeraria en diálogo con periodistas.
Visto desde afuera, tiene la apariencia de un edificio de oficinas de 13 pisos, de líneas arquitectónicas sobrias, pero adentro cuenta con espacios para albergar cenizas de 20 mil fallecidos.
“En un cementerio de diseño tradicional se necesitarían 80 mil metros de superficie”, añadió el ejecutivo, quien sostiene que Quito ya no puede expandirse en forma horizontal, en lo que coincide con una resolución del cabildo quiteño.
De ese modo, vivos y muertos en Quito tendrán que acomodarse, claro está, por separado, cada vez más cerca al cielo.