miércoles, 7 de diciembre de 2011

Chepina y las falacias de género…




Sucedió en Tuxpan, Ver...

Fue grato el sábado pasado ver a la Mesa 20 reunida en pleno. Caminaba frente al café hacia la Universidad y no pude resistir la certeza de saber que algo importante se estaba discutiendo en tan sesudo panel. Entré y el tema arrojado a la mesa era realmente sabroso: ¿Es Josefina la candidata de las mujeres?
Un exregidor panista, no diré más datos, exaltaba la figura de Cordero como conocedor profundo del estado de la economía doméstica mexicana, al rebatirle a Josefina el discurso de que la carne se puede comprar todavía a $60.00..”sin ser ama de casa, yo también conozco lo que cuesta sostener a una familia….no hay que buscar el aplauso fácil….debemos hacer propuestas serias y no ocurrencias…..mas menos dijo el exsecretario de Hacienda. “Sin ser Secretario de Estado, la mayoría sabe que una familia no puede vivir con seis mil pesos”, rebatió la ex coordinadora de la bancada del PAN en la Legislatura Federal, en el agrio debate en el que se convirtió el segundo foro “Innovación y Prosperidad” que organizó una organización panista la semana pasada.
¿Cómo no reírse de ambos? ¿Cómo pretenden los panistas convencernos con un discurso que justifica la continuidad del sistema neoliberal impuesto a la economía mexicana desde el salinato?
Además, resulta peligroso, y hasta perverso, que Chepina se enarbole como la candidata de las mujeres, simplemente por ser mujer, y que Cordero descalifique su discurso, “por ser ama de casa”. Discurso falaz el primero, y discurso misógino el segundo, y ni ha cual irle.

Sostuve ante la Mesa 20 que si alguna ocurrencia tiene Chepina, es hacernos creer en una falacia de género, titulejo de esta columna. Sexo y género, dicen los y  las que saben de esta teoría, no son lo mesmo. El sexo es algo biológico, que nos define como hombres y mujeres, y el género es una construcción social, características que en nuestra sociedad asignamos como categorías válidas de lo femenino y lo masculino. Así, en  nuestro México Lindo y Querido, aún a estas alturas del Siglo XXI, las mujeres, lo femenino, se identifica con sensibilidad, ternura, debilidad, chisme, pecado, y el hombre, lo masculino, se muestra como la fuerza, el dominio, la astucia. Nada más absurdo y que zanja profundas diferencias sociales, conocidas por los expertos como brechas de género.
¿Qué los hombres no son sensibles, chismosos y débiles? ¿Las mujeres no somos fuertes, dominantes y astutas? Ahí está el detalle, dijera el genial Cantinflas; no debemos seguir atacándonos precisamente por esas diferencias marcadas por el género.
Y este es el punto: no debemos tampoco aceptar una campaña que descalifique o glorifique a una candidata o candidato por cuestiones de género: Ni Chepina representa a las mujeres por que se diga ama de casa, ni la postura machista del Jhonny English mexicano es correcta.
Necesitamos un discurso político que incluya las necesidades más urgentes de la mayoría de los mexicanos y mexicanas.
Primero los pobres, es un buen ejemplo.
Usted apreciable lector ¿Qué opina?
Hasta la próxima.